10/2/09

Mis cambios idiomáticos y sus implicancias

Debería haber un manual para "rioplatenses" en México.
Que yo sepa no existe, he sentido la tentación de hacerlo pero sé que no tengo TODAS las respuestas, la otra es que abriera un blog, algo similar al de "educando al soberano" pero con cosas que nos han pasado a todos, un blog sólo para eso: argentos y yoruguas sobrevivientes en México...mmm, capaz lo abro.
Por ahora y porque no hay otro lugar, pongo aquí una mutación idiomática que hice yo solita en estos 6 años, así, casi sin darme cuenta; y que me hubiera caído re bien que alguien me pasara el tip antes.
En cuanto pasa unos meses acá, una se da cuenta que el conficto es FORMA / FONDO, o sea, nosotros venimos de un lugar en el que prevalece el fondo y este es un lugar en el que lo que importa es la forma.
No es que esté mal que prevalezca la forma, de hecho a nosotros, que venimos de honestidad brutal, meternos un cacho de forma nos cae recontra bien, pero el problema es que una tiene que sobrevivir en un lugar que es totalmente lo contrario a lo que siempre conoció y entonces se pelea con eso, olvidando que son chiquicientos millones y olvidando que fue una la que cayó acá en paracaidas (jamás te dicen "y a vos quién te llamó" pero ganas no les faltan).
Bueno, paso al punto, al ejemplo idiomático.
La frase original era:
Pasame la lapicera

(se trata de esas frases que uno dice en la cotidiana, en el laburo, por ej.)

Entonces una llega acá y nota que hay que ser menos duro y aplica:

¿Podés pasarme la lapicera?

Porque al principio, así, como de recién llegado, una no quiere soltar el "vos" ese que la identifica a una, que le da identidad y hace que le digan "qué bonito hablas" y demás boludeces.
Pero entonces pasa un mes, o dos, o incluso tres, y una empieza a tener dificultades (y no termina de saber porqué), y comienza a darse cuenta que quizá debería hablar más en mexicano para ser entendida, especialmetne cuando acá las lapiceras no existen porque se llaman plumas. Entonces dice:

¿Podés pasarme la pluma?

Pero tampoco funciona...y entonces una trata de ser más amable y articula:

¿Podés pasarme la pluma...por favor?

Y ya, cree que hasta ahí llegó su amor, pero ¡no señor! no es suficiente, hay que sacrificarse, hay que dejar la ofrenda a moctezuma (o como quiera que se escriba) trepar a la cúspide de la pirámide y dejar allí el voceo, el querido voceo...y sale con un:

¿Puedes pasarme la pluma por favor?

Y adivinen qué, no es suficiente, noooo "cómo creen". Hay un detalle, muy poco evidente, que se incorpora casi sin darse cuenta y que ES la diferencia, marca el antes y después de la presencia de alguien en "este bendito país". ¡Es el tiempo verbal!
Y fue así como finalmente llegué al kid del asunto, al eje, el comienzo de mi aceptación total y formal.
Y entonces dije:

¿Podrías pasarme la pluma por favor?

(¡aplausos, aplausos!)

Este camino fue largo y sutil, es la migración del:

Pasame la lapicera al: ¿Podrías pasarme la pluma por favor?

Y espero que haya valido la pena che.

12 comentarios:

El exiliado del Lago Logan dijo...

Lo anotare en mi libretita de consejos útiles. Excelente!

Lucio dijo...

Jaja... Y, sí, nos cuesta camuflar el imperativo...

Felicitaciones por la defensa de los intereses rioplatenses en tierras foráneas, hace falta una "pluma" que nos ilumine con consejos para no meter la pata tan seguido. Saludos!

yadivia dijo...

Me hizo sonreír con una franca alegría. Me da gusto. Mi pregunta es:¿Por qué hasta ahora? De todas maneras, qué gusto.
Saludos.

MaGa dijo...

Porque todo proceso lleva su tiempo, a algunos más y a otros menos. Aunque no lo creas, este pequeño "cambio" lo hice de forma inconciente y recién ahora, hace apenas una semana, me di cuenta de este "detalle", al intentar explicarle a alguien más cómo debía pedir algo...

Anónimo dijo...

Es increíble, porque yo jamás hice ese proceso: yo me sumergí inmediatamente en la piscina camaleónica, en el intentar no ser percibida como "lo otro", "la extranjera", y aprendí todo esto a mil por hora (quizás porque tenía diez años y los niños son muuuuuy crueles). Jamás, ni de niña de de joven ni de adulta, conjugué en México un "vos", ni siquiera con mi pareja, uruguayo (y él tampoco, lo que era un alivio). Nos metimos a full, sin negar nada de lo nuestro, pero aprovechando al máximo el "estar en". Cuando volví la segunda vez y vivía con él, tenía deslices en el acento que me delataban, pero toda mi primera década niña/joven, ni madres: sólo la FM2, el artículo 33 y demás dedos apuntando me delataban.
Por cierto que, sin formalizarlo en un diccionario o manual, mi cónyuge tuvo la fortuna de tenerme a mí, que le ahorré años y años de sufrimiento, esos tiempos larguísimos de "entender de qué se trata" (códigos, palabras, malentendidos, interpretaciones de lo que está pasando en una conversación). Poca gente, de ambos países, se da cuenta de lo radicalmente distintas que son estas culturas/formas de ser.
A la fecha, en Uruguay, aún no puedo evitar decir "¿Podrías pasarme la lapicera, por favor?", pero me doy el gusto de ser brutalmente directa en otras cosas, confrontar y ser poco diplomática para ganar tiempo. Y me siento muy a gusto. Pero jamás trato a un mexicano de "vos" cuando me encuentro con un viejo afecto o le escribo: me resulta impensable.

A la orden para lo del blog, es un piadoso servicio que me gustaría ofrecer a los que caen en mi otra patria sin las debidas advertencias: que la experiencia adquirida no sirva sólo para salvar a mi marido, ja ja
Por cierto, pensé en ti cuando revisé un lugarcito de fotos de bares montevideanos que tiene él, te lo paso para que te tomes una copa virtual: http://hefestosvisual.blogspot.com/
Besos! G.

tomas_hache dijo...

Creo que lo correcto aca en Monterrey seria:
"¿Me podrías pasar la plumita porfis?"
Animo Pao, se sufre pero se sobrevive.
saluditos.

Ana dijo...

Es una forma de sumarte a los festejos por los 150 años de la teoría de la evolución de Darwin? De cierta forma sigue sus ideas de adaptación y supervivencia. Cariños.

uruguaya dijo...

tan cierto!! me reí mucho. nuestra honestidad bruta...dios, cuánto malentendido hubiera evitado!

Anónimo dijo...

Es un poco pedante pedirle al otro que cambie su idiosincracía, no le parece?

Creo que es importante aprender a respetar el código-lenguaje de cada sitio.

Quién habla bien de ésto? Le recomiendo un blog de la ostia!
http://guanomierdapreciosa.blogspot.com/


g.

MaGa dijo...

Claro que es pedante y si, es importante aprender a hablar el código, sólo que no se trata sólo de hablarlo, sino de entenderlo en sus mil sutilezas.
Celebro el regreso de Ceryle, gracias por avisar.

Anónimo dijo...

Lo siento, no quise ser grosera. Fue lo primero que me vino a la cabeza y lo escribí, espero no haber sido irrespetuosa.
Simplemente también viví en México, 4 años y una vez me reí de su "calientito" y cuando lo crítique, vinieron a por mi 3 arqueologos méxicanos y me dijeron: Tú no puedes decirnos que esta mal o bien dicho, ésta en nuestra idiosincracía... y la verdad que tenían razón. Aprendí a respetar las palabras de cada sitio y usarlas. Nada más.
No es más que un comentario.

g.

MaGa dijo...

Todo bien che. Atentti que sigo siendo yorugua y no me ofendo taaan facilmente.
Unas por otras, je.
;D