18/11/12

De acá o de allá

El tiempo pasa rápido. Hace un par de semanas que estoy en viviendo en Salinas, en MI casa. Sí, falta montón de cosas, desde revocar hasta mosquiteros, pero es mía. Y justo que me mudo cuando me sale laburo, así, casi sin buscar, me sale laburo de medio tiempo. Que pese a que mis economías ya están bastante raleadas, es como que el formato ideal para transitar los primeros tiempos. Encima de eso me siento hiper cómoda, bien, contenta, el laburo lo vengo sacando de taquito...todo asombrosamente bien. Tan bien que miro desconfiada a los costados, buscando el error, la sorpresita que cague todo. Pero parece que es tiempo de cosechar, qué tanto.
El viernes me pasó algo bizarrón (sé que no es el significado correcto de la palabra pero todo el mundo la usa para definir las cosas como raras y diferentes que suceden). Estoy en el laburo, todos están compartiendo unas masitas (los viernes acostumbran comer algo dulce que trae alguien) cuando me hacen sentar y a continuación me someten a una serie de preguntas que a todas luces buscaban incomodarme, preguntas impertinentes sobre mi y mi vida personal. La verdad es que la saqué de taquito, bromeé, contesté con segundos sentidos, me reí, etc. pero me quedó un sinsabor jodido. Me pregunto si le harán eso a todos y qué pasará con gente más tímida, más chica, más sensible. Me pregunto porqué esta especie de peaje o pago de, entiendo la curiosidad, pero ¿qué confianza tienen conmigo para preguntarme "cuándo fue la última vez"? ¿la última vez de qué? Y tampoco da para mandar a cagar a la gente porque ¡oh casualidad! te lo está preguntando el dueño. En fin, un interesante ejercicio de poder que me pregunto si es normal por estos lares o es propio del lugar en el que estoy ahora.
Como sea, no pasa de ser una anécdota, más de corte social-costumbrista que otra cosa (igual me pregunto qué tanto habré propiciado esto yo al mostrarme tan cómoda, ¿demasiado canchera tal vez?). Algo impensable en México donde apenas sabían en qué zona vivía y no mucho más (y sé que se morían de curiosidad por preguntarme cosas).
Lo que está bueno es la forma en que la pilotee vs. lo que hubiera hecho mi yo uruguayo antes de irme. Si me hubiera pasado algo así, directamente habría dicho que yo estaba allí para trabajar y que las preguntas personales eran eso: personales, seguramente me habría levantado y me habría ido a laburar a mi lugar...lo que me habría hecho beneficiaria del enojo-risas-distancia de todos quienes participaron del asunto, o sea: de todos.
Igual si a alguien le ha pasado algo similar o tiene algún comentario orientador, taría bien.
A ver si regreso más seguido por acá, digo yo.