BAR
– Elegir, siempre elegimos,
siempre – Dice mientras aplasta la colilla en el cenicero.
– ¿Ves? Yo, por ejemplo, elegí fumar cinco cigarros.
Los cuento con la mirada y lo miro con ironía.
– Bueno, son seis, no sirve el ejemplo. – Concede – Pero
la cosa es la elección. Siempre hay dos, de lo que sea, dos opciones o
más…pensalo – y enciende el séptimo.
Lo pienso, lo pienso. Bien, yo elijo, elijo levantarme, elijo
con qué ropa vestirme. Pero qué tal si quisiera algo azul y no tengo ropa azul.
De todas maneras elijo con qué vestirme, o no ponerme nada, que también es
elección. Y después el día se transforma en una elección tras otra. Hablar,
callar, escuchar, responder, hablar, hablar…y entonces hablo.
– Justo vos no podés decirme eso, vos solo querés zafar,
como siempre, me pasás la pelota. Y entonces ahora yo elijo, ¿sabés qué? elijo
dejarte acá. Chau, pagá vos.
2 comentarios:
me gustó. real o fantaseado? che, cuando pasas a tomar un mate y comer unas galles?
Maginario nomás. Sí, tengo que aprovechar que estoy sin laburo para ponerme al día. A ver si te caigo esta o la otra. Beso y gracias!
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